Mi nombre es Teresa Gutiérrez Méndez, tengo.55 años y vivo en Meneses, en la Parroquia de Nuestra señora del Carmen, de la Diócesis de Santa Clara, en el centro de Cuba. Quiero agradecer a Dios por el Seminario Diocesano "Santa María, Madre de Dios" por lo importante que ha sido para nosotros que vivimos en Cuba donde por tantísimos años se persiguió la religión y sólo recientemente se vive una apertura religiosa por parte del gobierno, donde la educación en laica y solamente una ínfima parte de la población asiste a la iglesia con regularidad, aun cuando la gran mayoría venere como madre nuestra a la Virgen de la Caridad; por estas y muchas otras razones vivir la fe en nuestra isla es un desafío realmente heroico, mucho más cuando se reside en un pueblito alejado de las ciudad; por eso lo parroquianos de Yaguajay y Meneses cuando en el año 2012 supimos que el Padre que nos había guiado en la fe por más de una década, de la orden de los Oblatos, nos dejaba para trasladarse a otra parroquia en la capital y conociendo la necesidad de sacerdotes que tiene nuestro país en todas las provincias, nos sentimos angustiados pensando que no tendríamos en nuestra iglesia un cura cada domingo; pero Díos no le falta a nadie y mucho menos a los hijos que rezan juntos, así que en aquel preciso momento puso en nuestro camino los sacerdotes argentinos de la Diócesis de San Rafael, formados en el Seminario de " Santa María, madre de Dios" que tanto bien nos han hecho y nos hacen, son muchas las gracias que Dios nos ha dado a través de ellos, Dios los bendiga y la Virgen los cubra bajo su manto.
Queremos agradecer la labor y constancia de todos estos santos y buenos sacerdotes que aún ante las barreras económicas, políticas y climáticas, con que tienen que lidiar cada día par a llevar la palabra de Dios a cada rincón de estas Parroquias, con las precarias condiciones de los transportes con que cuentan, cuando mas inclemencias del tiempo lo hacen prácticamente imposible, llueva , truene o relampaguee siempre están presente, puntuales, dispuestos a llevar la buena nueva a pesar de todo; con un entusiasmo contagiante, convocando y reuniendo a los niños y jóvenes preparándolos para los bautizos y comunión, creando grupos de oración y adoración a María, organizando retiros espirituales para adultos y realizando un sinfín de actividades que mantiene viva nuestra parroquia, alimentando cada día nuestra fe y nuestro amor a Dios y a nuestra madre la Virgen de la Caridad.
Damos gracias a Dios por poner en nuestro camino este grupo de sacerdotes instituidos todos en el Seminario de " Santa María, madre de Dios " y rogamos para que siga formando sacerdotes dispuestos a evangelizar cada rincón de nuestra patria.
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