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Sofía Velázquez


Si me preguntan a mí, por qué me opongo al cierre del Seminario Diocesano, no sabría seleccionar una opción de las tantas que se me vienen a la mente. Y es que a mi corta edad de 21 años, ya puedo sostener que mi vida ha sido marcada por sacerdotes formados en él.

Con 16 años, nada de formación pero muy influenciada por el mundo, me consideraba a mí misma atea, afín a ideas feministas y convencida de muchos prejuicios típicos que se tienen contra la Iglesia. No conocía a ningún sacerdote, y tampoco tenía ilusión en conocer a uno. Así, llegué a un retiro de conversión (eslabón) el cual era asistido por el padre Gastón Funes. Gracias a Dios, y a ese sacerdote, hice mi primera Comunión y a los meses, recibí el Sacramento de la Confirmación.

Hoy puedo ver cómo Dios se valió de sacerdotes formados en el Seminario: Por el padre Gastón, que me dio a conocer a Jesucristo y me hizo amarlo, me dio las herramientas para llegar a la Verdad, derribar cada una de mis ideas y formar mi conciencia, y así, tomar la decisión de perseverar en la Fe; Por el padre Maxi Eraso, por el que pude comenzar a vislumbrar lo hondo de la vida interior, la importancia de trabajar en nuestra alma, y, a ejemplo suyo, conocer y aprender a amar más y mejor a la Ssma. Virgen; por el padre Guido, que con su caridad y sinceridad, me recuerda lo “extraordinario de lo ordinario”…

Luego de mi Eslabón, pude trabajar en otros, en donde vi cómo los curas se dedican de lleno en cada alma, enseñando según el catecismo, confesando más de 5 horas seguidas con gran misericordia, atendiendo cada consulta…

También los vi emocionarse ante la conversión de tantos que, como yo, tenían su primer contacto con la Iglesia.

Del Seminario emanan sacerdotes íntegros, de profunda vida interior, siempre fieles a Jesucristo, que se desviven por los fieles, y que incluso estarían dispuestos a dar la vida por nosotros; porque de hecho, ya lo hacen un poco cada día. En ellos encontramos ejemplos de santidad, de heroicidad y celo apostólico. Encontramos verdaderos ejemplos de padres.

Rezo para que las autoridades reconsideren la decisión sobre el futuro del seminario, priorizando los innumerables bienes que ha producido en nuestras almas.

San José, ruega por el Seminario.

Sofía Velázquez



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