top of page
Buscar

Paula Buzarquis



Quisiera compartir la enorme bendición que ha sido para mi familia que el Señor llamará a Diego, mi hermano, al sacerdocio. Por muchos motivos, pero, sobre todo, porque si bien era él quien se formaba años tras año, todos nosotros crecimos espiritualmente estando en contacto con el Seminario.

Durante los siete años, los terceros domingos de cada mes, nos preparábamos para pasar todo el día en ese bendito lugar. Comenzábamos con la Santa Misa que siempre nos llenaba el alma. Especialmente nos conmovían los excelentes sermones de los sacerdotes formadores, cuyas palabras resonaban por varios días en nuestros corazones y nos llevaban a dialogar sobres esas magníficas enseñanzas.

Todo en el seminario hablaba de Dios, el buen espíritu entre los seminaristas, la apertura y el cariño entre todas las familias, el cuidado en todos los detalles, para que todo transmita belleza y verdad (La Iglesia, el parque, la biblioteca, hasta el gallinero resultaban bonitos). Cada vez que regresábamos a nuestra casa, volvíamos con más esperanza y fortaleza, porque nos habíamos contagiado de aquellos jóvenes con sotana, que irradiaban la alegría del Cielo, que eran felices sin nada material, en su vida casta y simple dia tras dia. Le damos gracias a Dios por todo lo vivido, sabemos que Diego será sacerdote de Cristo, al igual que sus compañeros, donde y cuando el Señor lo disponga y llevarán la luz y el fuego de la Verdadera Doctrina Paula Buzarquis


0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page