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Pablo Alvarez y Familia


Queridos sacerdotes y seminaristas:

Con mucha tristeza en el alma hemos recibido la noticia del cierre del seminario, por una supuesta desobediencia a la autoridad, que para mi juicio no es más que una excusa y no un motivo.

Desde muy joven tuve la gracia de formar parte del seminario menor en Villa Atuel en el año 2000, con tres grandes y santos varones de Dios que nos formaron en el amor a la eucaristía y a nuestra querida madre María Santísima, como lo son el P. Jorge “Pato” Gómez, con su alegría que contagiaba a todos. P. Fernando Martínez, con sus sermones que demostraba su amor a María santísima, P. Rubén “Popi” Musato, con su sabiduría para inventar cosas y mantenernos ocupados.

Luego de tres años en el seminario menor, pasamos al seminario mayor, Santa María Madre de Dios, con mi amigo Martin, donde cursamos casi toda la filosofía, luego de varias charlas con mi director espiritual, en ese momento el P. Osvaldo Cerroni, decidí salir del seminario, me costó mucho tomar esa decisión y fue difícil, ya que compartí muchas cosas con compañeros seminaristas, hoy sacerdotes, y con los sacerdotes formadores, y uno que quiero destacar personalmente, es al humilde y santo PADRE como lo fue el P. Ricardo Coll, hombre espiritual que sabía aconsejarte y tratarte como un buen padre trata a sus hijos. Mucha cosa podría contar de lo vivido en el seminario en los apostolados, familias que nos recibían en sus casas con mucho cariño, y que aún hoy compartimos una hermosa amistad, Familia Verdugo de la Parroquia Nuestra señora de Lujan, Familia Martínez de la Parroquia San Pedro y muchos laicos más. Pero solo quiero dejar en este testimonio la formación recibida por muchos sacerdotes que pasaron por mi vida, la cual estoy eternamente agradecido y que me ha ayudado a formar una hermosa familia, formación que me ayudo a buscar con ojos de fe a quien es hoy mi esposa, formación que me ayuda a inculcar hoy en día a mis hijos la oración cuando se van a dormir, a saber bendecir los alimentos, a rezar el vía crucis en casa, etc., formación que me ha ayudado a saber elegir buenos amigos, formación que me abrió los ojos en mi juventud y que acompaña y me acompañará el resto de mis días, formación que me enseñó a rezar la liturgia de las horas, el santo rosario, y saber valorar cada santa misa donde Dios se hace presente en la Sagrada Eucaristía. ¡Gracias Dios, ¡Gracias Madre del Cielo por todo lo recibido y que como fieles hijos tuyos sepamos devolver tanto amor recibido, VIVA CRISTO REY!!!! Pablo Alvarez y Familia


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