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Buenas tardes, soy Norma, mamá de 4 hijos y abuela de 2 nietos. Con profundo dolor debido al cierre de nuestro Seminario, voy a contar algunas de las tantas gracias recibidas a través de los sacerdotes ordenados allí.
Me convierto, cuando mis dos hijos mayores comenzaron catecismo en la Capilla Nuestra Señora del Rosario, de General Alvear; en dicha capilla me invitaron a una reunión y luego a formar parte de Acción Católica, donde de a poco puede ir formándome en la Fe. Gracias a un sacerdote, participé del Cursillo de Cristiandad, luego del cual recibí la confirmación.
Hacia el año 2001, se llevó a cabo una misión en la Capilla Nuestra Señora del Rosario, donde asistieron más de 20 seminaristas, fueron días de numerosas gracias, bendiciones, y conversiones. Días de alegría entre guitarra, fogones, rezo del rosario por la calle. Hoy en día, cuento con el mayor regalo que Dios me podría haber dado y es tener a mi hijo menor en el seminario. Cuando lo hemos ido a visitar es inexplicable el clima que allí se vive, ya que se refleja el compañerismo, el amor a la Virgen, de respeto, como una gran familia. Pido a Dios que ablande los corazones de quienes tomaron tan triste decisión, y sobre todo por la perseverancia de los seminaristas y la fidelidad de los sacerdotes. Norma Caimi
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