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Hermana María Paz, misionera de la caridad



Alabado sea el Señor Jesús, me atrevo a dirigir estas palabras por el gran cariño y respeto que tengo por la diócesis de San Rafael que me regaló una hermosísima fe, la fortaleció y la ayudo a caminar en la luz de la verdad. Mi nombre es Hna. María Paz de la comunidad de las Misioneras de la Caridad, de la Madre Teresa de Calcuta, en este testimonio de mi vida de fe y vocación no puedo dejar de mencionar, la cantidad de tesoros espirituales que recibí de Sacerdotes de esta diócesis, en primer lugar mi párroco de la Parroquia de Fátima P. Patricio Walker, a mi director espiritual P. Jorge Hetze y a muchos otros sacerdotes que pasaron por mi vida de adolescente en la que fui muy bien acompañada para discernir una vocación y dejaron huellas de profundo amor a la Eucaristía y a la Santísima Virgen María en especial a su Inmaculado corazón. Después de algunos años fuera del país me di cuenta la falta que me hacía tener de nuevo esas profundas y solemnes celebraciones eucarísticas, la profunda enseñanza de la liturgia el respeto y el gran amor que inspiraba estar en una celebración como esas, en varios países que he tenido la oportunidad de recorrer gracias a la misión hermosa que se me ha regalado. Noté muchas diferencias por la cultura, que en si cada una de ellas es muy preciosa, y que, aunque se hace difícil acomodarse a una nueva modalidad siempre trae su fruto, y a la vez debo confesar que, aunque muy bellas puedan ser estas celebraciones ninguna de ella se compara a la que nosotros todos en esta diócesis vivimos. Yo particularmente veo que sería un grandísimo error tomar esta decisión de cerrar el seminario de San Rafael que tan buenos sacerdotes, fieles y comprometidos con su Iglesia nos sigue regalando el Señor a esta diócesis. Pido con humildad que se escuche a los fieles, en ellos están los mejores testimonios de la fidelidad y santidad que se trata de vivir cada día. Nuestros pastores son los que nos animan a continuar en este camino de fe que muchos sabemos se hace cada vez más difícil. En este día dedicado a orar por los sacerdotes le pedimos a san Juan María Vianney interceda en los corazones de quienes tendrán que tomar una decisión sea cual sea a la luz de la verdad.  Dios nos bendiga a todos. Atte. Hna María Paz mc.


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