top of page
Buscar

Gonzalo Emilio Descotte


Mi primer acercamiento al Seminario de San Rafael fue a los diez años y fue una experiencia que caló en lo más profundo de mi alma, recuerdo haber jugado al ping pong con un seminarista y haber asistido al rezo de vísperas cantadas y aunque era muy chico quedé maravillado.

Regresé a mi escuela en Mendoza , que no era católica, contando a mis maestras y expresándoles que quería ser sacerdote cuando fuera grande. Dios no me llamó al sacerdocio pero si a mi hermano Gabriel. En los años en los que él fue seminarista pude ver el gran trabajo que hicieron los formadores en su crecimiento y formación. Mi hermano José también tuvo una experiencia de un año en el seminario que lo enriqueció también en muchos aspectos de su vida.

Puedo decir que el Seminario de San Rafael es un cobijo espiritual para católicos de distintas provincias y nacionalidades. Cerrarlo es dejar huérfanos a muchísimos fieles de distintas partes del mundo, Dios no abandonará a su rebaño y rezamos con mi familia por todos los seminaristas y sacerdotes para que los guíe en esta gran prueba. Rezo a pesar de todo también por Monseñor Taussig para que el Espíritu Santo entre en su corazón y pueda guiar a su rebaño con misericordia y amor de padre. Gonzalo Emilio Descotte


0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page