Buenas noches, soy una laica de nuestra querida Diócesis de San Rafael y desde muy chica, desde que estaba en catequesis y posteriormente toda mi adolescencia la presencia de los sacerdotes y seminaristas en mi vida fue un factor común. Muchos de ellos han sido de una importancia tal que no me imagino la vida sin haberlos conocido, mis amistades, ambientes gustosamente frecuentados, mi conversión y hasta mi formación personal y profesional se la debo a ellos. Tengo la dicha de que varios de los seminaristas de distintas partes que hoy están preparándose camino al Sacerdocio han sido amigos de la secundaria, de la parroquia, compañeros de misión y de Acción Católica .
Tras la entrada de uno de mis amigos más entrañables al Seminario algunos de mis terceros domingos de mes se volvieron diferentes y hermosos, teniendo la posibilidad de gustar de esa pequeña dosis de ese lugar santo y sentirlo como mi hogar... Me crié entre 4 hermanos varones y el número de ellos aumentó con el Seminario. Cuando estuve ayudando en la misión que realizaron en mi Malargüe, me sentía en casa atendiendo a mis hermanos de hábito talar. Numerosas conversiones se dieron en esa ocasión... Incluso de nuevo la mía... La Parábola del Hijo Pródigo que representaron conmovió muchos corazones y nos hizo pensar a muchos. En fin... Que más decir ...Entre tantas gracias que recibí del Seminario fue redescubrir entre tantas cosas lo único necesario: la figura de Cristo en la Eucaristía, la Virgen como Omnipotencia suplicante y la devoción a San José, mi padre protector, en los sermones y consejos que recibí de quienes lo foman. El gusto por el folklore, las cosas nuestras y nobles, el amor por la historia y la filosofía, los buenos libros, el humor sano y fresco, el trato ameno que surge de la verdadera caridad, la disposición al sacrificio sin perder la alegría de ser cristianos... En fin Numerosas gracias y cosas que Dios ha querido darnos a través de esta Casa de Formación... Si sigo escribiendo quizás no termine por mucho... Sólo Dios sabe el bien infinito que ha logrado a través de estos instrumentos fieles y dóciles a la Gracia, sacerdotes y seminaristas. Dios los bendiga... Gianina Izu
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