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Somos una familia de General Alvear. En el inicio de nuestro matrimonio, tuvimos la Gracia de tener la compañía y guía del Padre Carlos Peteira. Guardamos en nuestros corazones; su paciencia, su humildad, sus palabras, sus gestos y muchísimas cosas valiosas que nos ayudaron en nuestro matrimonio para poder empezar a construir bases más sólidas como familia en Dios y en la Virgen María.
No fue nada fácil. Sin embargo, Dios siempre se hacía presente de diferentes modos en nuestras vidas. Una de sus maneras fue cuando tuvimos la Gracia de realizar el Cursillo de Cristiandad donde diferentes sacerdotes de la Diócesis estuvieron presente para enseñarnos el camino de la verdad. Este movimiento nos ayudó para conocer un poco más sobre Cristo y vivir la hermosa experiencia del apostolado. Comprendimos que nos salvamos en racimo y que Iglesia somos todos. Por eso, es necesario que la defendamos y sostengamos; sin importar el lugar que ocupemos en Ella. ¡Cada uno florece donde Dios quiere!
También es importante recordar la Gracia del Bautismo, Comunión y Confirmación que recibieron nuestros tres hijos. Les permitió convertirse en hijos de Dios y ser miembros activos de nuestra querida Iglesia Católica. Siempre hubo y hay un sacerdote cerca de ellos como el querido Padre David Olivares, quien siempre está presente en nuestra familia para ayudarnos a ser “valientes” y aspirar a llegar a la santidad. En todo momento estamos conducidos, aconsejados, encaminados por valiosos sacerdotes los cuales sería difícil nombrarlos a todos.
Sin lugar a dudas, el Señor ha obrado en el Seminario y la formación que recibieron cada uno de ellos allí.
Rogamos a Dios por su Divina Providencia, para que si es Su Voluntad, nos conceda la gracia para que nuestro Seminario continúe y así pueda seguir dando los grandes e incontables frutos que ha concedido desde sus inicios.
¡Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros!
Familia Altaba Parra.
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