¡Ay de mí, si no envangelizare! (1Co 9, 16) Somos la Familia Vazquez Sela, de Malargüe, por gracia de Dios, hemos compartido y aprendido de los Sacerdotes de la Diócesis de San Rafael, desde que arribaron a nuestro departamento, recibiendo de su parte toda clase de gracias y atenciones, hasta el día de hoy. Y TODO ESTO, GRACIAS A NUESTRO SEMINARIO “SANTA MARÍA MADRE DE DIOS”, donde fueron formados y desde donde egresaron. Frecuentemente recibimos de ellos, los Sacramentos necesarios para mantenernos unidos a Dios, sin olvidarnos de los sacramentos del Bautismo, Confesión, Comunión, y la formación para el sacramento de la Confirmación, que recibieron nuestros hijos. Hemos recibido formación en nuestro Matrimonio y también para la educación de nuestros hijos en los grupos que los Sacerdotes sostienen. Aprendimos de ellos a dar Catequesis como Matrimonio, creciendo siempre en la fe con su acompañamiento. No podemos dejar de mencionar la participación de nuestros Hijos en la Parroquia, desde la Catequesis hasta la continuidad en los Grupos de formación, con el consiguiente apostolado y Dirección espiritual de los diferentes Sacerdotes que han pasado por aquí. Del mismo modo hemos visto a numerosos matrimonios y familias jóvenes, que se han formado con la guía espiritual de los Sacerdotes egresados de nuestro Seminario. Esos jóvenes hoy contribuyen en valores a la sociedad y son ejemplos de verdaderas Familias Cristianas. Pudimos participar, en Familia, de las Misiones organizadas por el Padre Ramón, acompañado y fortalecido por otros Sacerdotes de la Diócesis, en nuestro departamento, en otros cercanos, y fuera de la provincia también, en particular donde no tienen la gracia de tener Sacerdotes, ni vocaciones. Hasta esos lugares hemos podido llevar la Palabra de Dios y compartir nuestra fe, como así también nos hemos formado en lo personal y como familia, durante esos días. También con agrado hemos visto la cantidad de jóvenes que se han unido, desde esas provincias, para continuar con nuestros Sacerdotes misionando y formándose. Es importante compartir con mucha alegría que, jóvenes que participaron de estas Misiones, descubrieron su Vocación al Sacerdocio e ingresaron al Seminario Santa María Madre de Dios, donde se encuentran en distintos años de formación. Y esto ha sido motivo para compartir, también en Familia, muchas vivencias en ese lugar sagrado, como la imposición de la sotana, la recepción del Ministerio del Acolitado, del Ministerio de la Lectura a tantos jóvenes Seminaristas, observando y compartiendo siempre, el clima sano y familiar en cada ocasión y disfrutando con la felicidad de tantos jóvenes que se forman allí. Con mucha alegría, hemos visto (y he tenido el placer de acompañar en distintas ocasiones), a algunos de nuestros Sacerdotes encabezados por el Padre Ramiro, a cabalgatas hacia las veranadas malargüinas, a lugares muy alejados de la ciudad, de acceso sólo a caballo, en las cuales a los puesteros se les ha brindado la oportunidad de participar de la Santa Misa y recibir los sacramentos de la Confesión, Eucaristía y hasta el Bautismo de sus hijos. Somos testigos de la destacable la labor de Sacerdotes en relación a la necesidad de jóvenes con adicciones, (en particular del Padre Ramón) donde han podido llegar, acompañar, fortalecer y recuperar con un intenso trabajo personalizado. Recordemos también que, gracias a frutos de nuestro Seminario, se está llevando la alegría de la Palabra de Dios, con la Misión de Cuba, a tantas personas que lo necesitan. Gracias a Dios y a Nuestra Madre la Santísima Virgen, hemos tenido el privilegio de conocer y trabajar con todos los Sacerdotes que han pasado por Malargüe, recibiendo muy buena formación, propia de la que recibieron en tan Buen Seminario.
Sería muy extensa esta manifestación si pretendiéramos citar aquí todo lo recibido de parte de nuestro Seminario, y, por ende, de nuestros queridos Sacerdotes egresados de él, pero nos pareció oportuno resaltar y destacar un pequeño resumen de lo tanto que han hecho y hacen nuestros fieles Sacerdotes. Por todo lo expresado, es que queremos manifestar nuestra firme oposición al cierre del Seminario María Madre de Dios, y pedir a Nuestro Padre Celestial, se pueda revocar esta decisión, y así poder seguir dándonos la oportunidad de ver egresar Santos Sacerdotes, con excelente formación, como ha sido hasta hoy. Familia Vazquez Sela (Malargüe)
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