top of page
Buscar

Familia Esteban


Con este sencillo testimonio queremos dar a conocer las gracias inmensas que hemos recibido del Seminario en nuestra familia. Quizás nos hemos acostumbrado tanto a los dones, a los regalos de Dios en nuestra comunidad que no hemos agradecido o valorado lo suficiente aquello que tenemos. Y ahora al saber que el seminario será cerrado, comprendemos lo importante y lo necesario que ha sido siempre en nuestras vidas.

Queremos dar gracias por la formación que hemos recibido, y que reciben ahora nuestros hijos, de sacerdotes formados, la gran mayoría, en el seminario. Por la permanente asistencia espiritual, por los sacramentos, por sus oraciones.

Cada vez que hemos ido al seminario hemos hallado nuevas gracias. Las misas, los días de visita, los campeonatos de monaguillos que hacen cada año y que nuestros niños esperan ansiosos, las charlas, entre tantas cosas hermosas que hemos vivido allí. Ver la alegría de los seminaristas, su sencillez, el espíritu de servicio y el profundo amor a Dios que reina en ese bendito lugar nos ha hecho desear como padres que Nuestro Señor nos de la gracia inmensa de una vocación entre nuestros hijos. Porque sabemos que en ningún lugar podrían estar mejor. Pero cualquiera sea el camino que les tiene reservado, sabemos con certeza que siempre habrá un sacerdote para guiarlos, para ayudarlos, ya que este seminario ha formado santos varones que se preocupan y velan constantemente por todas las almas de nuestra comunidad. ¡Inmenso regalo, qué indignos somos, pero cuánto lo necesitamos! Tres de nuestros ocho hijos tienen como padrinos a sacerdotes ordenados allí, porque confiamos en su asistencia, en su guía, y porque sabemos que nadie mejor para ayudarnos a formar sus almas. ¡A tal punto creemos en ellos que les confiamos lo más preciado que tenemos, nuestros hijos! Sacerdotes que nos han acompañado desde niños, que nos han guiado en nuestro noviazgo, que nos han sostenido y ayudado en nuestro matrimonio. Sacerdotes que nos han enseñado a amar y respetar profundamente a nuestra Santa Madre Iglesia. Por todos ellos damos gracias a nuestro seminario. Rogamos a Nuestro Señor por todos los sacerdotes, por la perseverancia de los seminaristas y por todas las familias que hemos sido alcanzadas por las gracias del Seminario Santa María Madre de Dios. Familia Esteban.


0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page