top of page
Buscar

Fabiola Martín de Perez



Al Seminario “Santa María Madre de Dios” aprendimos a quererlo siendo niños… a la casa de mis padres todos los sábados (días de apostolado) iban a almorzar los primeros años entre tres y cinco seminaristas y terminábamos nuestra sobremesa con una guitarreada… Somos 11 hermanos, pero en nuestra mesa siempre había lugar para un curita más.


Siendo adolescente, el primer grupo de jóvenes se fundó en nuestra parroquia apenas llegó el sacerdote que iba a vivir ahí. ¿Quién no recuerda esos sábados? Rosario, Charla de formación y … pizzas, mate, guitarreada, truco, vóley o ping pong. Más de un matrimonio actual es fruto de esas sanas juntadas… Hago memoria y puedo recordar más de 12 vocaciones sacerdotales y religiosas (diocesanos, religiosos, religiosas, cartujos…) de esas primeras amistades forjadas bajo la tutela de sacerdotes de NUESTRO SEMINARIO. La Milicia de la Inmaculada surge así, con la inspiración de Dios, dándole forma, estatutos y organización dos sacerdotes de NUESTRO SEMINARIO. Sanas amistades las nuestras, que aún perduran y se han extendido hasta nuestros hijos (amigos de los hijos de nuestros amigos), amistades de más de 30 años que surgieron en la parroquia y siguen creciendo junto a los sacerdotes de NUESTRO SEMINARIO.


Comenzamos la facultad y siempre había un sacerdote dispuesto a asesorarnos, recomendar bibliografía e incluso prestarnos sus propios libros para que el amor a la Verdad siguiera encendido y nuestra formación integral fuera en aumento. El grupo “Santo Tomás Moro”, asesorado por sacerdotes de NUESTRO SEMINARIO le va a dar forma a esta actividad universitaria.


Concretamos nuestro noviazgo y dentro del Movimiento Familiar Cristiano, fueron varios sacerdotes de NUESTRO SEMINARIO quienes asesoraron al grupo. Unimos nuestras vidas ante Dios... y también en nuestra Misa de esponsales fue parte del Coro del NUESTRO SEMINARIO quien solemnizó con sus cantos nuestra unión nupcial. Y Así… con esa simpleza y de forma entrañable; siempre, algún sacerdote de NUESTRO SEMINARIO ha sido parte de la vida familiar. Sí, por pura gracia de Dios, nuestro hogar se transformó en aquello que al principio conté era la casa de mis padres: siempre en la mesa había lugar para un curita más de NUESTRO SEMINARIO. Nuestros hijos aprendieron a apreciar, respetar y querer a los sacerdotes de NUESTRO SEMINARIO como nosotros lo aprendimos en nuestra casa natal.

Este relato escueto de la vida personal se puede ver reflejado en la gran mayoría de los católicos de nuestra diócesis…


¿Había o hay algún enfermo de urgencia en terapia intensiva? Un sacerdote de NUESTRO SEMINARIO va a administrarle la Unción o llevarle el Santo Viático… No importa la hora, puede ser la madrugada, un sacerdote de NUESTRO SEMINARIO estará en vela en el Servicio Sacerdotal Nocturno por si alguna urgencia lo requiere.


¿Había o hay algún problema de adicción en hijos o amigos? ¡Que gracia la nuestra! Un sacerdote de NUESTRO SEMINARIO te va a aconsejar, ayudar, consolar… para eso se formó y sigue formando: estas son las problemáticas actuales y NUESTRO SEMINARIO debe saber dar respuestas.


¿Había o hay alguna dificultad o ruptura familiar? ¿Algún matrimonio o pareja amiga pensando en la separación? Con cuanta sencillez, humanidad y visión sobrenatural un sacerdote DE NUESTRO SEMINARIO va a aconsejar, va a custodiar el orden natural y va a saber acompañar.


¿Estabas preocupado o lo estás por la educación de tus niños? ¡Bendito sea Dios! Hay Colegios, atendidos por sacerdotes de NUESTRO SEMINARIO, que se disponen a acompañar en la educación familiar. Hay recreos con niños correteando alrededor de sacerdotes DE NUESTRO SEMINARIO, que al igual que San Juan Bosco comparten con ellos sus alegrías para hacerse cercanos y acercarlos a Dios. Hay sotanas por los pasillos y filas de niños que, sacerdotes de NUESTRO SEMINARIO, van a confesar y acercar al Banquete Celestial.


¿Había o hay algún enfermo en la familia? Rápido, avisamos en el hospital, y un sacerdote de NUESTRO SEMINARIO, asignado exclusivamente para ese apostolado, va a confesarlo y llevarle la Sagrada Comunión diariamente si el enfermo lo pide y también lo va a acompañar.


¿Sabes la necesidad material de alguna persona o las carencias de algún barrio o asentamiento? Ahí está Caritas. Y algún sacerdote de NUESTRO SEMINARIO, incluso en su propio vehículo, va a socorrer y llevar mercadería, ropa, medicamentos a esa familia o lugar. Es más, si la emergencia lo requiere, algún sacerdote de NUESTRO SEMINARIO pueda prestar sus instalaciones y conseguir lo que haga falta para que en su parroquia se instale un comedor infantil. No importa su siesta, no importan los ruidos, no importa su poca privacidad.


¿Falleció algún familiar? ¡Qué inmenso consuelo y que Misericordia la de Dios! No importa si es plena pandemia, si la cuarentena y el miedo al contagio impide alguna actividad, si incluso a tu madre no pudiste velar… Un sacerdote de NUESTRO SEMINARIO se va a asegurar que no le falte el Responso, que aún en la frialdad de una morgue, ese querido difunto se lleve la bendición final.


¿Cometiste un pecado mortal y tu conciencia no te deja continuar? ¡Que dicha la de nuestra diócesis! Con tantas parroquias, algún sacerdote de NUESTRO SEMINARIO siempre vas a encontrar disponible para confesar. Casi a la hora que desees y si tus disposiciones lo permiten la Misericordia de Dios se va a hacer actual.


Y podría seguir enumerando acontecimientos pasados y actuales del pueblo de San Rafael donde algún sacerdote de NUESTRO SEMINARIO ha sido protagonista, organizador, gestor o acompañante: Bautismos, Comuniones, Confirmaciones, Retiros, Campamentos, Peregrinaciones, Convivium, Obras de teatro, Autos Sacramentales, Congresos, Fogones, Viajes, Conferencias, Aniversarios… Siempre fieles, siempre atentos a dar respuesta a las necesidades espirituales y también materiales de su rebaño. Respetuosos y obedientes al Magisterio de la Iglesia, siempre buscando la gloria de Dios.


Fabiola Martín de Perez


0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Kommentarer


bottom of page