Buenas tardes.
Mi nombre es Claudia Rodríguez. Soy de Luján de Cuyo. Les quiero contar mi testimonio. En el 91 iba a entrar a un monasterio de Carmelitas descalzas y no había hecho la confirmación, así que un santo sacerdote me invitó a hacerla en la capilla, recién estrenada del Seminario.
Todavía recuerdo todos los detalles. Entré al monasterio pero el Señor me mostró que no me quería allí. Igual mi deseo de entregar mi vida por la santidad de los sacerdotes no claudicó nunca. Con el tiempo, he entregado mi vida como virgen consagrada por la santidad de los sacerdotes. Ahora veo que un hecho tan importante en la vida de un cristiano, como es la confirmación en la fe en un lugar tan especial me ha a marcado el camino, incluso sin darme cuenta. Ahora miro para atrás y veo el lápiz maravilloso de Dios que escribe nuestras vidas de forma hermosa. Por eso lo que está pasando con el seminario me causa un gran dolor porque me siento unida a él desde el corazón.
Rezo para que el Señor nos alcance la gracias de que no se cierre y sigan dando santos sacerdotes a la Iglesia Católica
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