Buenas noches. Soy una laica de nuestra diócesis de San Rafael, cuando pienso en el cierre del seminario pienso en todo lo que se les negaría a las generaciones posteriores, la formación, el acompañamiento de cada sacerdote que ha salido y saldrían de este seminario que es el tesoro que Dios nos regalo y el corazón de la Diócesis.
Desde mi adolescencia que estoy en grupos parroquiales, misiones y peregrinaciones, todo esto es gracias a la enseñanza que nos transmiten en el amor a Dios, el crecer en las virtudes, sembrando semillas en nuestra alma para seguir por el camino correcto, todo eso y más nos lo dan los Sacerdotes que sin ellos nuestra vida sería mucho más difícil.
Los sacerdotes son como Padres, sirineos que nos ayudan a llevar la cruz para que pese menos, con alegría y mostrándonos el camino, mirando y pensando en nuestro único ideal.
Estoy tan agradecida con los Sacerdotes que me han formado y siguen aportando en mi espiritualidad para que dia a dia sea mejor, y ame más a Dios, al Padre Alejandro Giner, Padre Fernando Muñoz, Padre Pato, Padre Sergio Tussi, Padre Camilo Dib, Padre Eduardo Gonzales, y especialmente al Padre Alejandro Casado.
Digo no al cierre del seminario porque un rebaño sin su pastor, es un rebaño perdido.
Que Dios nos bendiga y escuche nuestras oraciones..
Anyelen Moya.
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